Déjame lamer tus heridas
y en cada cicatriz
devolver las gotas de sangre perdida
una a una
a tus tiernas venas
que recorran tu cuerpo
hasta llegar de nuevo a tu corazón
y que palpite con renovada fuerza
la que permite sobrevivir
siempre y por encima de todo
a los amantes
los que proyectaron sus sueños
mas allá de las realidades vitales
y ya recuperado
con tu nuevo ser renacido
déjame
que beba tu sangre
hasta impregnarme de ti por completo
por los siglos de los siglos.
Amen
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